noticiasdegipuzkoa.eus Arantxa Lopetegi

El Ayuntamiento de Donostia sigue con el plan de vigilancia del mosquito tigre, dado que en 2023 se ha confirmado la dispersión y asentamiento de este insecto en amplias zonas de la ciudad, tanto urbanas como industriales y rurales periféricas. El plan, que se está llevando a cabo junto a Neiker y el departamento de Salud del Gobierno Vasco, responde a una realidad que también se está constatando en muchos otros puntos de Euskadi y Navarra,


Las picaduras de este insecto son mayores que las de un mosquito normal y puede ser transmisor de enfermedades víricas graves, como el Dangue, Zica y Chikungunya. Donostia se situaría en el nivel de riesgo 2 en el caso del mosquito tigre, pero no se han detectado casos autóctonos, por lo que no se prevén campañas de fumigación masivas.

La proliferación de este tipo de mosquito se explica, en gran medida, por la globalización del transporte de mercancías y la alta movilidad de vehículos. El mosquito tigre fue detectado en Euskadi por vez primera en 2014, y fue en Gipuzkoa, en concreto en Irun.

Pero no tardó en extenderse por distintos municipios del territorio y en 2018 se detectaron ejemplares en el camping de autocaravanas de Berio. En los casos en los que el Ayuntamiento ha detectado la presencia de este mosquito cerca de viviendas, el servicio municipal de Salud Pública ha contactado con los vecinos para informarles de las medidas que se deben adoptar para evitar o, al menos limitar, su expansión.

Su ciclo

El mosquito tigre acostumbra a reproducirse en contenedores de agua naturales y artificiales, desde agujeros de árboles y latas o macetas. Estos son los lugares que elige para poner sus huevos e iniciar su primer ciclo de vida y es justo en esta primera instancia cuando se debe actuar para su eliminación.

Tanto el Ayuntamiento como todos los organismos que actúan en la erradicación de esta especie que tiene hábitos diurnos, insisten en la importancia que para ello tiene la colaboración ciudadana, avisando si se encuentran con algún punto en el que ponen los huevos.El mosquito tigre pica incluso por encima de la ropa fina y les atraen más las prendas oscuras. La hembra puede llegar a hacer entre 38 y 40 picaduras por hora y también se alimenta de sangre de distintos animales, tanto domésticos como silvestres.

Vuela bajo, no suele subir más de un metro y medio, por eso la mayoría de picaduras son en las piernas.

Cada hembra deposita en cada puesta entre 150 y 250 huevos que, en condiciones ambientales como las actuales, pueden generar un nuevo mosquito cada seis o diez días. La época de actividad del mosquito tigre comienza en mayo y puede durar hasta principios de noviembre. En la web del Ayuntamiento de Donostia, en la sección de plagas urbanas, se incluyen diversas recomendaciones para evitar la expansión de este molesto insecto, información sobre su comportamiento y se incluye un enlace con la alerta que la ciudadanía puede enviar.